¿Por qué vale la pena conocer a Jesús?
¡Cristo lo es todo!
"Todo lo demás no vale nada comparado con el valor infinito de conocer a Cristo Jesús" (Filipenses 3:8)
¿Cuándo fue la última vez que conociste a alguien por primera vez y te quedaste pensando -
guau, quiero conocer más a esta persona, hay algo tan atractivo en ella (y no, no estoy hablando
de su apariencia física). ¿Me dejas que te presente a alguien así?
Es alguien que te quiere pase lo que pase. No importa quién seas, de dónde vengas, si eres
blanco o negro, hombre o mujer, viejo o joven, heterosexual u homosexual, drogadicto o médico,
empresario o prostituta, criminal o juez, rico o pobre, con retos físicos / mentales o con plena
salud. ¿A quién conoces que sea lo suficientemente grande como para amar personalmente a
todas estas personas pase lo que pase?
Es alguien que conoce y ve la peor y más fea parte de ti (todos lo tenemos), lo que le molesta
profundamente, pero su amor constante por ti permanece inalterable. No quiere que te quedes en
la suciedad y la oscuridad de tu propio revoltijo. Ofrece una salida a los que la quieren. ¿Lo
quieres tú?
Es alguien que tiene tus mejores intereses en el corazón, pero a menudo esto se vuelve
irrelevante o inútil porque no confías realmente en él o tal vez no te interesa ni siquiera conocerlo
y por eso lo dejas de lado. ¿Me dejas que te lo presente?
Su nombre es Jesucristo y murió para que pudieras experimentar la maravilla de vivir tu vida en
relación con Dios. Sin su muerte no hay oportunidad de relacionarse con Dios. Con su
resurrección hay todas las oportunidades para conocerlo y disfrutar de la relación con él. Con Jesús la vida siempre gana, es por eso que vale la pena conocerlo. Dios, a través de Jesús, trajo
la vida de entre los muertos; quiere hacerlo también en nuestras vidas.
En Pascua recordamos y celebramos la muerte y resurrección de Jesucristo porque como dijo
Pablo "Todo lo demás no vale nada comparado con el valor infinito de conocer a Cristo
Jesús" (Filipenses 3:8).
Conocer a alguien y mantener una relación requiere acción e inversión de tiempo y energía. Vale
la pena conocer a Jesús. ¿Qué inversión harás tú?